La responsabilidad es un valor que consiste en responder de forma adecuada ante nuestras obligaciones, sean éstas cuales fueran.
Está presente en la vida académica, laboral, familiar y de relaciones en el sentido más amplio.
Índice de contenidos
- Situaciones para mejorar
- Posibles consecuencias
- Cómo mejorar
¡A triunfar!
¿Qué podemos hacer?
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Educar en asumir responsabilidades lo hacemos desde el principio, por ello es conveniente prestar atención a lo que ponemos en práctica y darle a veces más valor al hecho en sí de que se responsabilice que a las consecuencias derivadas de su cumplimiento o no.
No confundamos el olvido generado por distintos motivos con la dejación de nuestras obligaciones; a veces sí va ligado.
Situaciones para mejorar
Posibles consecuencias
Cómo mejorar
Situaciones para mejorar
- Elude sus obligaciones con argumentos insostenibles y difícilmente creíbles.
- Incumple lo que dice que hará de manera sistemática, puede ser que se crea lo que promete o que no.
- Toma decisiones desde el corto plazo y solo pensando en su propio beneficio.
- Sus malas decisiones le acarrean consecuencias negativas incluso para su forma de pensar.
- Su falta de responsabilidad no se circunscribe solo al ámbito académico.
- Evita conversaciones al respecto cuando se le argumenta con criterio y se le pide respuesta.
Posibles consecuencias
- La falta de responsabilidad se puede llegar a convertir en un modelo de vida aplicable a cualquier ámbito de esta.
- Conlleva recíprocamente una escasa madurez.
- Los verdaderos problemas llegan en edad adulta, cuando la sociedad ya no lo permite, y entonces es muy difícil de solucionar.
- Puede suponer problemas en las relaciones sentimentales o de amistad.
- Puede llevar a una sucesión de decisiones cada vez más nocivas.
- Más que una consecuencia es una causa, pero a veces esconde algún problema mayor o adicción.
Cómo mejorar
- Inculquémosla desde edad muy temprana, con pequeñas encomiendas: ser responsable de un objeto, colaborar en recoger…
- Invitemos a que razone y escriba sus responsabilidades y las expongamos en un lugar visible y en un formato atractivo.
- Evitemos sobreproteger y asumir sus obligaciones, tales como preparar su material de clase u organizar su habitación.
- Busquemos que participe en tareas de casa, para organizar un viaje o un día de ocio.
- Invirtamos tiempo en explicar y argumentar el porqué de lo que le pedimos.
- Demos ejemplo siempre y en todo momento con la asunción de nuestras responsabilidades.