Definición:
Son un conjunto de comportamientos rutinarios que permiten optimizar el tiempo de estudio y facilitan el aprendizaje del conocimiento.
Engloban a las técnicas de estudio, que son destrezas más concretas en su aplicación.

¿Qué podemos hacer?
Comienza por analizar realmente cómo estudia, e identifica todo aquello que le hace perder tiempo o desconcentrarse, para poco a poco ir eliminándolo.
Situaciones para mejorar
- Distracciones reiteradas y fáciles pérdidas de concentración.
- Se levanta incluso de su lugar de estudio para comer algo, beber agua, ir al servicio…
- Necesidad de que se le insista para ponerse a trabajar.
- Tendencia a procrastinar o aplazar sus obligaciones académicas.
- Falta de tiempo con frecuencia para acometer las tareas o el estudio necesario.
- Escasa organización en todo su material académico.
- Ausencia de unas técnicas de estudio o metodología de aprendizaje.
Posibles consecuencias
- Ineficiencia del tiempo que, aparentemente, destina al trabajo.
- Falta de autonomía, no es capaz de avanzar sin ayuda.
- Es imprescindible un seguimiento cercano e intenso para que alcance sus objetivos.
- Calificaciones por debajo de necesidades y expectativas.
- Poca motivación por sus estudios en general.
- Escasa responsabilidad o madurez para sus obligaciones de estudios.
- Sobrecarga para responsables e incluso posible deterioro del ambiente familiar.
¿Cómo mejorar?
- Eliminar cualquier elemento de distracción del entorno de trabajo (sobre todo, el móvil).
- Marcar unos objetivos de tiempo de estudio sin interrupciones y cumplirlos (empezar con 15 minutos).
- Contar con un lugar fijo, específico y bien organizado para el estudio.
- Establecer un horario estable de trabajo, lo más similar posible diaria o semanalmente.
- Anotar lo que se debe hacer para cada asignatura, asignarle un tiempo de realización y luego verificarlo.
- Supervisar su trabajo a intervalos de 15 minutos e ir espaciando progresivamente.
